REFLEXIÓN LECTURAS DEL DOMINGO 07 DE FEBRERO 2021 Año litúrgico 2020 - 2021 - (Ciclo B)

Primera lectura

(Lv 13,1-2. 44-46)

Salmo

Sal 31,1-2.5.11

Segunda lectura
De la primera carta del apóstol san Pablo a los 1 Corintios (10,31–11,1)

Evangelio del día
Del santo evangelio según san Marcos  1,40-45

Reflexión.

Todas las lecturas de este día nos llevan al amor, a ese amor puro que devela los mas profundos sentimientos para que, estando expuestos ante Dios, sea Él quien los limpie y nos de una conversión que inspira.

Al leer sobre los enfermos de lepra en las sagradas escrituras, debiéramos cuestionarnos: ¿Yo que tan enfermo estoy? ¿Me siento capaz de reconocerme contagiado por la apatía y el egoísmo? ¿Cuánto tiempo más me va a tomar hacer una confesión genuina?
La lepra es una enfermedad de la piel pero: ¿Cuántas veces tenemos a flor de piel el desánimo, la envidia y más sentimientos de impureza?

¿Cuántas veces caminamos por la vida gozando de salud física pero cargando culpas, viejos patrones de conducta y pensamientos destructivos? Jesús vino a mostrarnos el camino hacia la sanidad con su ejemplo, Él que nos conoce de verdad, incluso más que nosotros mismos, con su infinito amor nos perdona, sana y redime no una o dos o tres veces, Él lo hace por amor siempre.

Jesús en su bendito paso por la tierra nos invita a mirar con compasión a nuestros hermanos y no juzgarlos por tener la lepra que tal vez con nuestros ojos críticos vemos. El Salmo nos regala un pedacito de cielo al imaginar el gozo de ser absuelto, con ello, pidamos confiados al Señor nos ayude a descargar nuestro peso, perdone nuestros pecados y nos auxilie para aprender a viajar ligero.

Este día las lecturas nos hablan también de obediencia (Corintios) y qué es esta si no el amor más grande que se puede demostrar. Ser obediente a Dios nos da gracia, nos reconforta, nos inspira a caminar confiados, nos da fuerza para conciliar y evitar polémicas sin sentido.

Señor, te pido humildad para suplicarte de rodillas tu misericordia y perdón tal y como lo hizo el leproso en aquellos tiempos, te ruego nos des valor para acercarnos hacia Ti y defender nuestra fe a capa y espada, ayúdanos a comprender que en este momento no de lepra pero si de pandemia en donde no podemos tocarnos, nos sintamos juntos por medio de tu intercesión. Ayúdanos a reconocer que por nosotros mismos no podríamos lograr lo que con tu divina presencia nos otorgas. Ayúdanos a ayudar a quien lo necesita aún y cuando esto nos incomode para poco a poco ir aprendiendo a amar sin reserva tal y como Tú lo haces con nosotros. Así sea.

por Anna Laura Mendoza

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *