Beato Miguel Agustín Pro Fiesta: 23 de noviembre

José Ramón Miguel Agustín Pro Juárez nació en Guadalupe Zacatecas (México) el 13 de enero de 1891, Miguel Agustín fue el tercero de once hermanos, sus padres Miguel Pro (Ingeniero Minero) y Josefa Juárez. Miguel Agustín desde niño se caracterizó por tener un corazón sencillo y un gran sentido del humor, le gustaba pasear por las minas y convivir con los trabajadores, al estar trabajando en la oficina de su padre captaba las peculiaridades del rostro de los trabajadores y les hacía caricaturas, aprendió a tocar la mandolina y la guitarra, en esa misma oficina veía la manera de comportarse de los mineros y noto la diferencia en la forma en la que él estaba acostumbrado en su familia, al ver las carencia de los mineros sintió la necesidad de ayudar a los menos privilegiados. Miguel Agustín amaba profundamente a su familia, tenía dos hermanas que tomaron la vida religiosa, en su momento Miguel Agustín no estuvo de acuerdo con esto, pero a insistencia de su madre tomo un retiro espiritual del cual salió transformado y con la firme decisión de tomar su vocación religiosa. Cuando tenía 21 años ingreso a la Compañía de Jesús en El Llano Michoacán, dentro del noviciado seguía conservando ese gran humor que lo caracterizaba, al estar cumpliendo su vocación contrajo una grave enfermedad. Miguel Agustín fue siempre un respetuoso y observador de las reglas de la Compañía y dedicado en sus estudios. Durante la persecución religiosa que se dio en México, tuvo que marcharse y continuar sus estudios junto con otros compañeros en California, después viajo a España donde continuo sus estudios en retórica y filosofía, estuvo en Bélgica estudiando teología, ahí fue donde una ulcera estomacal y la oclusión del píloro apresuro su ordenación sacerdotal que se dio el 31 de agosto de 1925 y asi el regreso a su México. En su patria encontró más recrudecida la persecución ordenada por el presidente Calles no solo al clero sino también a muchos fieles que vivían escondiéndose y huyendo de un lado a otro, siendo consecuencia de esto la creación de la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa, así como otras organizaciones de laicos, religiosos y sacerdotes católicos. Durante esa época Miguel Agustín ideo múltiples formas de trabajar en su ministerio, lograba evadir a la policía con artimañas y asi fue como organizo “Estaciones de Comunión” en casa de feligreses que lo apoyaban, celebraba misas al amanecer y ministraba sacramentos. Tras una indiscreción por parte de una mujer y un niño el Padre Pro fue detenido junto a sus hermanos Humberto y Roberto, ahí fue que el Plutarco Elías Calles aprovechando que los hermanos Pro se encontraban en el sótano de la Inspección de Policía los acuso de un atentado donde el responsable no había sido detenido, aun y cuando el responsable decidió relatar que él había sido el que había lanzado la bomba, llego la orden directa de la Presidencia de la Republica de fusilar al responsable y a los hermanos Pro. Fue así que el 23 de noviembre de 1927 a las 10:00 de la mañana, con la presencia de la tropa, fotógrafos y diplomáticos, cual espectáculo, el padre Pro se dirigía al paredón, ahí fue donde escucho a uno de sus aprehensores que le decía: Perdone Padre a lo que respondió “No solo te perdono; te doy las gracias. Le preguntan cuál es su última voluntad y respondió “Yo soy absolutamente ajeno a este asunto, niego terminantemente haber tenido alguna participación, quiero que me dejen unos momentos para rezar y encomendarme al señor”, oro por sus verdugos “Dios tenga compasión de ustedes y los bendiga”, extendió sus brazos en cruz, con el rosario en una mano y el crucifijo en la otra y al grito de “VIVA CRISTO REY” recibió la ráfaga y posteriormente el tiro de gracia. Sus restos descansan en el templo de la Sagrada Familia en una urna al lado derecho del altar, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988 dejando su festividad el 23 de noviembre como corresponde al día de su martirio. Fuentes: https://institutohistorico.org/ https://fsspx.mx https://www.corazones.org

Testimonio de Edwin Villanueva

En lo personal el beato Miguel Agustín Pro ha marcado mucho mi vida al conocerlo me motiva enormemente a promover mi fe con alegría, con buen humor, a dejar de lado el miedo a la persecución que si no es igual en estos tiempos también se da, cuando tienes que dejar cosas por tu servicio para Dios y tus hermanos, optar por los demás es algo que aprendí del Padre Pro, pero lo más fascinante que me ocurrió con el padre Pro, sucedió justo el año pasado donde por una hermosa “diosincidencia” acudí a una reunión al templo de la Sagrada Familia en la ciudad de México, ahí fue donde a mis hermanos de Torreón les dieron una parte de las reliquias del padre Pro, y pude tener en mis brazos a un a mi parecer verdadero Santo Mártir; eso logró que me emocionara hasta las lágrimas, y decidiera abrazar en mi corazón la ideología de ese gran hombre Miguel Agustín Pro, la ideología del servicio aún a pesar de mis debilidades siempre con una sonrisa y en todo momento sabiendo que Cristo es el Rey.